''''\___labarda___
 
 
Mensaje 42: Espectros


Entre las sombras de la noche el mar se ve negro, infinito. Como las noches
del suburbio de Buenos Aires, donde la negritud de calles sin iluminación
era solamente interrumpida por alguna que otra lamparita de 40 watts de
casa pobre, bombita que flameaba con el viento, la oscuridad del mar es
matizada con luces que salen de unos pocos barcos en la bahía.
Cerca de la ciudad el agua estática, plana y espesa refleja en columnas
lumínicas las luces de mercurio y de los carteles de los negocios. Pero
alejándose un poco, caminando por esas playas al norte, poco frecuentadas y
solitarias, uno puede encontrarse con sorpresas interesantes. Estas playas,
como el Bajo Manara, que de día sirven para que los chicos busquen tesoros
piratas en cada cueva de arcilla, de noche son frecuentadas por espectros
rarísimos y cuya aparición es sólo percibida por el ser humano en estado de
total ebriedad y sensibilidad al máximo.
Una noche caminando por ahí, pasé por la cueva 3 contando desde la entrada
para autos hacia la derecha y había un negro de traje, moño, bigote
chiquito y peinado para atrás, tocando jazz en un piano de cola inmenso y
también negro, me parece que era Duke Ellington. Ni lo saludé, emocionado
seguí adelante. Más allá, entre las rocas, el campeón del mundo Martín
Karadagián se enfrentaba nuevamente en un duelo a muerte con La Momia.
Mientras le colocaba el temido y letal "cortito" seguido de un certero
"piquete de ojos", se detienen en la lucha al verme pasar, pero enseguida
me llama la atención un bullicio en la cueva 4, parece que el Capitán
Piluso le tira arena a Coquito que trata de defenderse pero no puede y un
puñado de niños lo festejan alegremente, tapando con la gritería un blues
que viene sonando en una guitarra rasposa y la voz más rasposa de Louis
Armstrong, con el rostro perlado de sudor y la boca abierta en una mueca
casi grotesca, todo eso en una sola pasadita por la playa.
Lástima que todavía los prestadores turísticos no se avivaron de esto,
sería una mina de oro.
Pasan más y más imágenes espectrales, el polaco Goyeneche, Jimmy Hendrix,
Frankenstein y Pepe Biondi, que se van esfumando en el horizonte como
hologramas opacos dando lugar a otros fantasmas cada vez menos frecuentes y
más difusos.
Trepo a la barda torpemente y a los tumbos, estoy cerca del rancho y el
silencio desinfectado de hospital vacío abraza totalmente a la noche
estrellada. Noche calma, bombardeada por millones de estrellitas
intermitentes y luces lejanas de ciudad moderna y barcos oxidados
pescadores de langostinos.
El silencio deja lugar a un agudo silbido que va tomando cuerpo en un tango
viejo, no llego a determinar de qué tango se trata, pero cada vez suena más
suave y más armónico.
Asustado miro alrededor y no hay nadie, me da la sensación que el silbido
viene desde arriba, seguro que es mi viejo, que en estas noches estrelladas
insiste en silbarme tangos desde el cielo, como cuando era chico y quería
convencerme de que "el tango es lo más grande que hay". Gracias viejo, me
encantan tus melodías chifladas como nadie, pero por más que insistas, qué
querés que le haga, a mí me gusta el rock and roll.
La botella de caña que vengo aferrando en la mano izquierda desde que salí
del bar de Urquía ya está vacía, qué fuerte que vende la caña Urquía
últimamente. Me bajé la mitad mirando el partido del viernes en la tele del
bar, lástima que se puso muy lluviosa la imagen al promediar el segundo
tiempo y no se vió más nada. El resto lo fui tomando en la playa, pero no
solo, se la tomaron estos fantasmas caraduras, que si les das confianza se
chupan todo. Me siento en la puerta del rancho, la botella se me va
resbalando lentamente hasta caer a mi lado.
Con una modorra tenaz y los ojos semicerrados sigo mirando el cielo plagado
de puntitos brillantes, que con unas cañas encima se ve igualito al cuadro
de Van Gogh, y mi viejo sigue silbando.
No pares papá, que ya me duermo...

EL BARDO

 

____________________________________________________________________
Lista labarda: Dominando Puerto Madryn.
Para Borrarse: Dirigir email a majordomo@madryn.com
indicando: unsubscribe labarda
Para Suscribirse indicar: subscribe labarda
---------------------------------------------------------------------------
Sugerencias y comentarios a el-bardo@usa.net
---------------------------------------------------------------------------
Puerto Madryn Web Site: http://www.madryn.com

[DIR]Volver a página anterior
Copyright © 1998 by El Bardo
All rights reserved. No part of this book covered by the copyrights hereon may be reproduced or copied in any form or by any means - graphic, electronic, or
mechanical, including photocopying, recording, or information storage and retrieval systems - without written permission of the author.