ACRÓSTICO DE EL BARDO
Cuando se haga de noche y se apaguen hasta las estrellas
Alguien ya muerto volverá de los papeles ajados
Recién entonces esa viejecita vencida por los años
Los sacará del fondo del cajón de una cómoda
O bien, ya perdidos, los buscará en su frágil memoria
Sólo entonces sabrá que esa ilusión no murió del todo.
Antes de que siquiera la anciana se dé cuenta
Los leerá una vez más con una lágrima en los ojos
Besará el polvo de esas páginas amarillentas
En su rostro se dibujará la sonrisa triste del recuerdo
Revivirá un momento que quizá nunca existió
Tratando de creer que alguna vez pudo besarlo
O que de veras pudo hacerlo en sueños apasionados.
Entonces sabrá que nunca es tarde para el sueño triste.
Los perdedores conocemos muy bien ese dilema.
Bajará lentamente la escalera desvencijada del altillo
A buscar la claridad de la mañana que se acerca
Retendrá uno a uno los papeles entre sus pechos añosos y arrugados
Desviará la vista al sol suave del amanecer y...
Otra vez aparecerá allá lejos un rostro borroso... que se aleja.